Microempresas tras María
El impacto del huracán María es evidente a todos los niveles: individual, familiar, social, económico, de salud, cultural, religioso, político y de muchas otras dimensiones. Y la profundidad de ese impacto será a largo plazo. La maquinaria del estado (gobierno) ya se está movilizando a todos los niveles. Sea lenta, rápida o como sea, ya está en movimiento.
A nivel económico la pregunta es cómo va a responder a las empresas en todas sus dimensiones: micro, pequeña, mediana o grande. Ya comenzamos a ver las respuestas a los sectores de negocios tradicionales como lo son la pequeña, mediana y gran empresa. Pero; ¿y que de la microempresa? Esa que la Ley 62 del 11 de junio de 2014 definió como aquella que tiene 7 empleados o menos y tiene ventas anuales menor a los $500 mil. Sector que es significativo en el país y más en momentos en que la economía local es incapaz de generar nuevos empleos.
¿Quién está atendiendo a este sector? ¿Lo identificaron? ¿Qué alternativas de recuperación se le está facilitando? ¿a que agencia pueden recurrir? Estás preguntas van más hacia el gobierno como facilitador de desarrollo económico.
El huracán María trastocó la economía en todos los sectores y a todos los niveles. Por tanto, necesitamos que las estrategias de recuperación y reactivación económica sea a todos los niveles también. Es hora de ampliar la mirada y comprensión del desarrollo económico-empresarial del país. La microempresa es la célula básica de una empresa. Podríamos afirmar que la gran mayoría de las grandes empresas fueron primero microempresas y en algunos casos fueron experiencias de autoempleo. Como para un recién nacido, esta fase de infante es fundamental para el crecimiento saludable de esa nueva vida. Igual para el desarrollo futuro de la microempresa que podrá convertirse en una pequeña, mediana o gran empresa.
Entonces, ¿quién acompaña a esta “criatura”? ¿Qué se está haciendo para crear y fortalecer el ecosistema propio a esta realidad? ¿Cuál es el plan de recuperación para este sector empresarial? ¿En donde busca recursos y el apoyo necesario para recuperarse como se hace con los otros sectores?
María nos ofrece una oportunidad para “ver” otras realidades. ¿Lo podemos ver? O mejor, ¿lo queremos “ver”?
Publicado en El Nuevo Dia, Tribuna Invitada, 2 de noviembre de 2017 http://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/microempresastrasmaria-columna-2370836/
